Descubre cómo el ascensor cambió para siempre la forma de las ciudades
Pulsar un botón para subir rápidamente un número determinado de pisos solo se explica gracias al ascensor. Cuando vivimos en un piso elevado o trabajamos en un piso que está alto, lo lógico es que utilicemos el ascensor para llegar hasta allí. No nos paramos a pensar que hay cientos de millones de personas que diariamente hacen uso del elevador.
Los lofts se revalorizaron con la llegada de los ascensores
En China, se instalan hasta dos tercios de un millón de ascensores anualmente. Si pensamos en el edificio más alto del mundo, ubicado en Dubái con el nombre de Burj Khalifa y más de 300.000 metros de superficie de suelo o la Sears Tower de Chicago de 400.000 metros cuadrados sin ascensor, haría que fuese imposible que las personas trabajasen allí.
El hecho de que mucha gente pueda trabajar en el mismo espacio, aunque se encuentre a varios metros de altura, solo se explica gracias al elevador con mecanismo automático de seguridad. Los elevadores han existido desde hace muchísimo tiempo, puesto que se comenta que Arquímedes llegó a construir uno en la Antigua Grecia.
Por otro lado, en 1743 Luis XV de Francia utilizó un ascensor en el Palacio de Versalles para visitar nada más y nada menos que a su amante en secreto. En Hungría o Egipto, encontramos otros ascensores que se activaban a través de la tracción animal.
Independientemente de que su uso se popularizó, la gente era algo escéptica porque solían fallar. En caso de que se rompiese la soga, el ascensor se desplomaría por el hueco hasta el fondo con los pasajeros dentro. Por tanto, se buscó la seguridad en los ascensores, así como que fuese demostrable.
Antiguamente, los pisos más altos eran los más baratos. Se reservaban especialmente para los porteros o la gente de servicio, pero gracias al ascensor, estos espacios se revalorizaron y se convirtieron en lofts lujosos.
Los ascensores florecían con la llegada del freno del elevador, así como por el acero, que posibilitaron construcciones de mayor altura. El hecho de que el metro cobrase relevancia, también explicó el auge del elevador.
La relación simbiótica entre los ascensores y el metro se encuentra en Manhattan
En la ciudad donde los rascacielos son más famosos, Manhattan, encontramos una relación simbiótica entre los ascensores y el metro. Sin el metro, no existirían los rascacielos porque no podría desplazarse tal densidad de población y por otro lado, gracias al ascensor, pueden alcanzar los pisos más elevados del edificio. Este hecho es muy beneficioso para le medioambiente, puesto que más del 80% de la población de Manhattan usa el metro o la bicicleta.
Por otro lado, los ascensores son 10 veces más seguros que una escalera eléctrica. Además, están en constante evolución y con la llegada de los rascacielos, se han creado sogas de elevador muy ligeras u ordenadores que posibilitan controlar los ascensores que comparten el mismo hueco. Sin duda, se trata de un elemento indispensable que no valoramos, pero gracias a esta información, podremos empezar a hacerlo cada vez que nos subamos a uno de ellos.