Así son los ascensores más futuristas
Los avances del futuro están llegando poco a poco a nuestras vidas en muchos sectores. Gracias sobre todo a la telefonía móvil, podemos controlar muchos de los objetos de nuestro hogar a través de él, como por ejemplo el radiador o el aire acondicionado.
Más allá de nuestros hogares, es cierto que dentro de pocos años es posible que los ascensores de hoy en día cambien de forma radical gracias a las investigaciones que se están realizando. Se está diseñando un ascensor que sea capaz de moverse en todas las direcciones, incluso diagonalmente. Ya se han realizado diversas pruebas de funcionamiento en Rottweil, una localidad alemana y ha sido todo un éxito.
Además, se trataría del primer ascensor sin cables del mundo, gracias a la utilización de la levitación magnética. Todo por arte de magia.
Debido a que existen múltiples cabinas y al hecho de que puedan tomar distintas direcciones, siempre habrá disponible una cada 30 segundos, ya que ninguna puede bloquear la trayectoria de las demás.
Este ascensor transformará de forma radical la forma en que las personas se mueven gracias a él. Dentro de unos años, será posible trasladarse a otro edificio mediante el ascensor, desplazándose horizontalmente sin necesidad de salir a la calle para hacerlo.
Las ventajas no acaban aquí, puesto que es más eficiente enérgicamente, ya que aumenta en un 50% la capacidad de transporte y reduce un 60% el consumo de energía.
Por otro lado, el diseñador canadiense Charles Bombardier junto al diseñador Ashish Thulkar están diseñando un vehículo sin conductor que puede servir también como elevador anclado al hogar. Aunque todavía es un diseño, resultaría muy curioso de hacerse efectivo, ya que evitaría los problemas de aparcamiento que sufre la gente cuando llega a sus casas.
Para quienes padezcan de fobia al ascensor, también hay una solución, ya que Elena Larriba, una conocida arquitecta, ha diseñado una bicicleta que se desplaza verticalmente. Un invento pensado para edificios que no disponen de ascensor por falta de espacio.
Quién sabe si en pocos años estos inventos serán utilizados por los ciudadanos y se convertirán en un habitual de nuestro día a día. Por el momento queda esperar a que se implanten y a poder probarlos.